
Las declaraciones que más polémica han generado han sido las del popular Jordi Cruz. El chef o cocinero, que según el artículo tiene en la cocina de su restaurante Àbac sobre un 50% de aprendices sin cobrar ni un euro defiende que nada más ni nada menos que “…un restaurante Michelin es un negocio que, si toda la gente en cocina estuviera en plantilla, no sería viable…”