
Seguro que no sabía como funcionaban las tarjetas opacas, o a lo mejor se las robó su pijo (perdón, hijo) Froilán o la Victoria Federica para comprarle comida para su yegua.
Seguro que no sabía como funcionaban las tarjetas opacas, o a lo mejor se las robó su pijo (perdón, hijo) Froilán o la Victoria Federica para comprarle comida para su yegua.