
Efectivamente, un jugador de futbol puede abrazar a sus compañeros en cualquier parte del mundo, ya que juegan libremente en su liga, en las competiciones europeas y hasta en los torneos por selecciones, en cambio habrá mucha gente a la que no dejarán desplazar estas Navidades para dar un abrazo a sus familiares. No todos están en la misma burbuja.