El Obispo de Solsona en «Cuarto Milenio»

Ella iba todos los días al confesionario y le reletaba todo lo que había escrito, sus palabras entraban cual serpiente venenosa en los oídos del Obispo que día a día estaba siendo devorado por el mismísimo diablo en cuerpo de mujer. Al fín, el renunció a sus hábitos para adentrarse en el oscuro mundo del enamoramiento con una mujer satánica, hacía falta un exorcista para sacar al diablo del cuerpo del Obispo, pero ya era demasiado tarde.

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Autor: Humorcillet

Humorista gráfico totalmente autodidacta

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