
Sentado ante el televisor en su mansión de Abu Dhabi el Emérito contempla los mejores momentos de los desfiles de las fuerzas armadas, el paraca contra la farola, la bandera de humo de los aviones… Cada vez son menos los borbones que asisten en directo a presenciar el despilfarro del desfile militar, otro año sin el Emérito y el primero sin la heredera al trono.