
Pues nada, a rezar tres Padrenuestros y dos Ave Marías y no pasa nada, al menos es lo que ocurre cuando los encubridores son altos cargos de la Iglesia y los abusadores son curas o sacerdotes. Seguro que tras el éxito de llevar a la imputación a la Mónica Oltra ahora va la Cristina Segui y se pone a trabajar para denunciar todos los abusos sexuales en la Iglesia.